Viajar por el mundo es, sin lugar a dudas, una de las experiencias más gratificantes que se puede tener. El hecho de conocer otras culturas, comunicarse con personas que hablan lenguas desconocidas o maravillarse con paisajes que nos dejan sin aliento, hacen que un largo viaje en avión valga la pena.
Sin embargo, para un diabético, subirse a un avión es todo un tema. Sobretodo si consideramos que la comida que se sirven en éstos no se caracteriza por ser la más saludable a menos que se tomen medidas.
La American Diabetes Association, recomienda planificar la alimentación antes de emprender vuelo por medio de estos 4 consejos:
- Si la comida del avión no encaja en el plan alimentario, lleva tu snack saludable. Tener comida a mano es esencial para cualquier tipo de viaje. Las más fáciles de llevar son panecillos, cereales, fruta, galletas, queso, pasas de uva y agua mineral.
- Llama a tu agente de viajes o contáctate con la compañía aérea varios días antes y pide una comida especial. Las principales líneas ofrecen de manera gratuita comidas para diabéticos, de bajo contenido calórico y bajas en sodio. Una vez abordo, dile a la azafata que pediste una comida especial y que la necesitas comer en un horario determinado. A los diabéticos los tienen que atender como reyes.
- Toma mucho líquido antes, durante y después del vuelo para evitar la deshidratación y la diferencia horaria. Recomendamos beber leche, jugo de frutas y agua mineral. No te excedas con las bebidas con cafeína.
- ¡Controla tu glucosa! El nivel de actividad durante un vuelo es bajo, de modo que es probable que debas ajustar tu plan o medicamento. Consulta con tu médico si necesitas ayuda.
No permitas que la diabetes se interponga entre tú y tus aventuras. Con una buena planificación, podemos llegar a cualquier lugar del mundo disfrutando cada segundo del viaje.
0 comentarios