Los beneficios de cocinar con especias

Cuando se nos diagnostica diabetes tipo 2, uno de los principales pensamientos que cruza nuestra mente tiene que ver con las restricciones alimenticias que tendremos que enfrentar a partir de ese momento; lo que se traduce para muchos en una alimentación aburrida, poco variada y sin sabor. Pero esto no es del todo cierto, ya que depende de nosotros hacer de nuestra alimentación algo variado y llena de sabor. Esto nos lleva a compartir con ustedes algunas alternativas que resaltarán la sazón de sus preparaciones, y a su vez, los beneficiarán con sus propiedades nutricionales.

Los condimentos o especias, provienen de plantas (raíces, hojas, cortezas, flores, frutos y semillas) que nos sirven para aliñar alimentos y bebidas. No resulta extraño encontrar en una receta uno o más condimentos que cumplan la función de resaltar los sabores, aromas y colores de la preparación, estimulando el apetito de quien tenga el honor de probar dicho plato.

Además de hacer nuestros platos más apetitosos, algunos condimentos cuentan con beneficios nutricionales, que no debiéramos desaprovechar:

El ajo, favorece la circulación sanguínea, ya que evita la formación de coágulos gracias a sus propiedades antitrombóticas. Además, es un excelente diurético, y muy utilizado para compartir procesos infecciosos del aparato respiratorio y digestivo.

La pimienta nos ayuda a reducir el colesterol, aumenta nuestro metabolismo y es un excelente antioxidante.

Los ajíes poseen propiedades anticancerígenas, analgésicas y antioxidantes.

El orégano se caracteriza por aportar beneficios asociados a la digestión, ya que es recomendado para disminuir espasmos intestinales, y por ayudar a controlar el meteorismo.

El cilantro cuenta con propiedades antirreumáticas y diuréticas. Ayuda a reducir el nivel de colesterol en la sangre y su agradable aroma favorece el apetito.

El perejil, por su parte, tiene un alto efecto para evitar gases, es un buen diurético y alivia los dolores menstruales. Además nos ayuda a atenuar olores causados por otros alimentos como el ajo y la cebolla.

Aparte de las ya mencionadas bondades nutricionales que nos entregan los condimentos, nos ayudan a resaltar los sabores de nuestras preparaciones, ayudándonos a prescindir de la sal, lo que es muy bueno para controlar la hipertensión arterial.

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