Supongo que todos hemos escuchado que deberíamos tomar como mínimo 2 litros de agua al día. A mi esto se me hacía muy difícil, y varias veces traté, pero me quedaba en el intento. Ahora ya lo tengo súper incorporado, aunque fue un proceso que requirió de ciertos ajustes; en el camino me di cuenta de lo distinto que se sentía mi cuerpo cuando estaba bien hidratado.

Como ahora comienza el solcito y el calor, pienso que es un buen momento para animarse con este cambio, por esto hoy les quiero compartir algunas ideas que les pueden ayudar con este desafío.

Lo primero que necesitamos para agregar un hábito es ¡motivarnos!, así que partiremos por repasar por qué nos insisten tanto con aumentar el consumo de agua: Nuestro cuerpo está compuesto principalmente de agua, por lo que mantenerlo hidratado es vital para nuestra salud; ayuda a la desintoxicación del organismo, por lo que mantiene equilibrado su funcionamiento; facilita la digestión y ayuda a eliminar lo que el cuerpo no necesita; mejora la piel, el pelo, las uñas, y algo clave: un cuerpo hidratado tiene un mejor rendimiento, por lo que puede aumentar tu concentración, manejo de la ansiedad, y energía.

Podríamos seguir agregando muchas más razones por las cuales consumir agua, pero ahora vamos a lo importante, ¿cómo lo podemos hacer?

UNO: si tratamos de tomarnos grandes cantidades de agua de una sola sentada, probablemente terminemos con arcadas, y lo peor es que iremos pronto al baño y la eliminaremos, por eso es importante que no nos apuremos ya que tenemos todo un día para distribuirla; es mejor consumirla de apoco.

DOS: los dos litros deben ser de AGUA, no vale cambiar por bebidas. Al principio esto es difícil, pero yo hace mas menos 3 años que no tomo bebida y no la extraño nada; ahora prefiero mil veces comer acompañada de un vaso de agua. Por esto prefiere agua sin gas y sin sodio, así no te da esa sensación de hinchazón.

TRES: arréglatelas para que el agua te guste; con esto me refiero a que si el agua de la llave de tu casa u oficina tiene mal sabor, parte por comprar una jarra con filtro (ojo que ahora también venden botellas). Esta jarra fue mi primer aliado, ya que el cloro que le sentía a la de la cañería la hacía intomable y no me salía muy barato andar comprando botellitas de agua envasada. Estas jarras las venden en el supermercado, están entre los $10.000 y $15.000 pesos chilenos (entre 15 y 22 dólares), ¡es una inversión que vale la pena!

CUATRO: mientras trabajes, veas televisión, estés estudiando, etc. ten siempre contigo un vaso de agua, no te vas a dar ni cuenta y vas a ir tomándotelo.

CINCO: bebe un vaso antes de comer y otro después de comer: evita tomar demasiado líquido mientras estés comiendo, ya que no ayuda a la digestión.

SEIS: al levantarte y al acostarte toma un vaso, ¡te ayudará a despertar o dormir mejor!

SIETE: prueba ir variando entre vasos de agua fría y también agüitas tibias; pueden ser hierbas, como menta, manzanilla, orégano, o té verde.

OCHO: si el agua te parece aburrida puedes intentar saborizarla de manera natural. Corta trozos de fruta y lo dejas remojando unos minutos, queda exquisita, y te olvidas de los jugos que se anuncian como sanos porque son bajos en calorías, pero que están llenos de colorantes. 

NUEVE: En los supermercados, venden a alrededor de $2.000 pesos chilenos (3 dólares aprox.), unas botellas BPA Free. Esto quiere decir que es un plástico menos tóxico, recomendable para andar trayéndola en la cartera o mochila durante trayectos largos.

DIEZ: ¡No lo hagas por que hay que hacerlo! Descubre un sentido para ti, toma consciencia de los resultados que tú consigues para que deje de ser un “deber” más y comience a ser parte de ti.