Como bien sabemos, la diabetes tipo 2 está estrechamente relacionada con la obesidad. Si una persona tiene antecedentes familiares de diabetes tipo 2 y además tiene sobrepeso u obesidad, es altamente probable que desarrolle también esta enfermedad. De hecho, con la epidemia de la obesidad se proyecta que haya 439 millones de personas con diabetes hacia el año 2030.
En cuanto al tratamiento de las personas con obesidad y diabetes, se sabe que introduciendo cambios en el estilo de vida, como llevar una mejor alimentación y realizar actividad física, permiten una baja de peso significativa y se estima una remisión de la diabetes de un 12% a un año. Sin embargo, si estos cambios no son sostenidos en el tiempo, la remisión baja a un 7% a largo plazo.
En el caso de las cirugías bariátricas, como el by pass y la manga gástrica, han alcanzado las sorprendentes cifras de desaparición de diabetes de hasta un 80% a largo plazo, posicionándose como el método más efectivo de reducción de peso y remisión de diabetes a largo plazo. Es importante destacar que esto no sólo ocurre por la baja de peso, sino que la cirugía bariátrica al extraer segmentos intestinales y de estómago, genera cambios en las hormonas digestivas que regulan los niveles de glucosa e insulina, logrando un cambio metabólico.
Sin embargo, cabe mencionar que la cirugía bariátrica tiene riesgos y siempre debe asociarse a cambios en los hábitos de alimentación y actividad física y que es un recurso invasivo que debe considerarse en personas con obesidad importante o aquellos con un menor grado de obesidad pero que padecen otras enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, colesterol alto, entre otras.