Lo hemos hablado un montón de veces (y lo seguiremos haciendo): el ejercicio es fundamental para controlar los niveles de azúcar en la sangre. No sólo eso, lo es también para el corazón, músculos, estado anímico, peso, confianza, entre muchas otras cosas.
Pues bien, muchos creen que hacer ejercicio es sinónimo de correr, caminar por caminar o practicar algún deporte en grupo. Si bien no están tan lejos de ello, hay otras creativas formas de mover el esqueleto sin tener que inscribirse en un gimnasio. Van algunas ideas.
¿Cómo ejercitarse de manera divertida?
Bailar con amigos.
Ir en bicicleta a la casa de un amigo.
Jugar video juegos interactivos.
Hacer artes marciales como karate (u otras).
Ir de compras a un centro comercial.
Sacar el perro a pasear.
Ordenar la habitación.
Como ven, muchas de ellas son actividades cotidianas que nos obligan a despegarnos de la cama, sillón o silla. Cuando las practiques sé consciente de que estás haciendo ejercicio y hazlas con mayor intensidad y ánimo. ¡Vamos que se puede!