¿Sabías que hasta el 33% de las personas con diabetes tienen en algún momento de sus vidas una afección a la piel causada o afectada por la diabetes?
Algunos de estos problemas son trastornos de la piel que cualquier persona puede tener, pero son más comunes en quienes padecen diabetes: infecciones con bacterias, con hongos y picazón.
Por otro lado, están los problemas que sólo le ocurren a los pacientes diabéticos, ¿sabes cuáles son?
A continuación te detallamos cada uno de ellos:
Acantosis nigricans: es una complicación que se hace presente a través de manchas oscuras, de color marrón, en nuestro cuello, axilas e ingle. En ocasiones también se pueden observar en las manos, codos y rodillas. Generalmente esta afección aparece en personas con mucho sobrepeso y su principal tratamiento es lograr que el paciente, precisamente, baje de peso. También existen algunas cremas que pueden ayudar a que las manchas mejoren.
Dermopatía diabética: con frecuencia la dermopatía se presenta a través de manchas ovaladas o circulares de color marrón y textura escamosa. Este trastorno ocurre a menudo en la parte frontal de las piernas, sin dolor, picor, ni agrietamiento aparente. Algunas personas asocian estas manchas a la edad pero a menudo son producto de la diabetes. La causa de esta anomalía se debe a que la diabetes puede causar cambios en los vasos sanguíneos más pequeños y estos cambios se pueden traducir en problemas en la piel.
Necrobiosis lipoídica diabética: es una enfermedad que produce manchas similares a las de la dermopatía diabética pero en menor cantidad, más grandes y más profundas. La necrobiosis a menudo surge como una zona opaca, rojiza y elevada. Después de un tiempo, aparece una cicatriz brillante con borde violeta. También se caracteriza porque en la zona afectada se pueden ver los vasos sanguíneos por debajo de la piel. A veces las manchas se abren o generan dolor o picazón. Es una enfermedad poco común, que afecta principalmente a las mujeres. No requiere de tratamiento a menos que las llagas se abran, en ese caso se debe acudir a un médico. Con respecto a sus casusas, al igual que la dermopatía, se debe a los cambios en nuestros vasos sanguíneos producto de la diabetes.
Reacciones alérgicas: las reacciones alérgicas pueden ser producto de los medicamentos para la diabetes. Si piensas que estás teniendo una reacción a un medicamento, debes informárselo a tu médico tratante. Tienes que estar atento a erupciones, depresiones o protuberancias en los puntos donde te inyectas la insulina.
Ampollas diabéticas: en ciertas ocasiones a las personas diabéticas les aparecen ampollas en el dorso de la mano, pies, dedos y a veces en las piernas y antebrazos. Estas llagas parecen ampollas de quemaduras y, a menudo, les salen a personas con neuropatía diabética. Pueden ser grandes pero no causan dolor ni enrojecimiento a su alrededor. Se curan solas aproximadamente en 3 semanas, sin dejar cicatrices. La única forma de tratarlas, es controlando nuestros niveles de azúcar en la sangre.
Xantomatosis eruptiva: afección causada principalmente por una diabetes mal controlada. Se presenta a través de dilataciones que se ven firmes, amarillentas, parecidas a las arvejas. Cada bulto tiene un halo rojo, que en ocasiones pica. Aparece principalmente en el dorso de la mano, pies, brazos, piernas y glúteos. Este trastorno es común en hombres jóvenes con diabetes tipo 1, con altos niveles de colesterol y grasa en la sangre. Al igual que las ampollas, las protuberancias desaparecen a medida que existe un mejor control de los niveles de glucosa en la sangre.
Esclerosis digital: algunos diabéticos tienen la piel apretada, gruesa y cerosa en el revés de las manos, en los dedos de los pies, y en ocasiones en la frente. Las articulaciones de los dedos se ponen rígidas y no pueden moverse como deberían. En pocas ocasiones, los tobillos o codos también pierden movilidad. Esta afección se presenta aproximadamente en un tercio de los diabéticos tipo 1. El único tratamiento es controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Granuloma anular diseminado: se aprecia a través de zonas elevadas en forma de arco o aro en la piel, de tono rojizo o del mismo tono de la piel. Con frecuencia aparecen en zonas del cuerpo que están lejos del tronco, por ejemplo: en orejas y dedos. Existen medicamentos que pueden ayudar a que esta afección desaparezca.
Muy bien amigos, esperamos que este artículo haya sido de su interés, y recuerden poner mucha atención a cualquier cambio que vean en su piel, para que así puedan reaccionar a tiempo con la ayuda de su médico tratante. ¡Hasta un nuevo artículo!