Existen diversos casos en que personas con diabetes nos comentan que las pastillas que toman para controlar sus niveles de azúcar en la sangre los hacen subir de peso. Pues bien, esto tiene una explicación.
Algunos medicamentos contra la diabetes por vía oral, como la glipizida, la gliburida y la insulina, tienden a generar un aumento de peso cuando se logra un mejor control de la glucemia. Cuando la glucemia es elevada, se están eliminando muchas calorías por la orina; esto se debe a que los riñones sólo pueden absorber una cantidad limitada de azúcar, el resto la elimina. Esta pérdida de azúcar en la orina comienza con un nivel de glucosa de 200 mg/dl. de modo que se pierde parte de las calorías que se comen cuando la glucemia supera este nivel.
Esto puede parecer muy tentador (comer todo lo que quiera sin subir de peso suena bien, ¿no?), sin embargo, a largo plazo, puede ocurrir una hiperglucemia, que básicamente se define como la intoxicación de nuestros órganos por exceso de glucosa.
Nuestro cuerpo necesita insulina para almacenar aminoácidos (los ladrillos de las proteínas en los músculos) y elaborar músculos. Así que toma tus medicamentos de la manera en que te lo ha recetado tu médico; lleva una alimentación equilibrada y realiza actividad física para controlar tu peso.