Nuestros pies, al estar en permanente actividad, cumplen un rol fundamental para nuestra movilidad y se ven constantemente exigidos a situaciones muy particulares:
- Deben cargar con todo el peso del cuerpo.
- Corren un constante peligro de chocar con obstáculos.
- Tienen un mayor riesgo de infectarse.
- Gracias a las millones de terminaciones nerviosas, detectan la textura, temperatura, irregularidades, etc. del terreno que pisamos.
- En ellos terminan las ramas arteriales y comienzan las pequeñas venas que llevan sangre a nuestro corazón.
Cuidar de ellos es esencial y hay que observarlos con detención cada cierto tiempo, de lo contrario se pueden desencadenar diversos trastornos conocidos como pie diabético.
¿Qué es el Pie Diabético?
El pié diabético es una complicación muy usual en personas con diabetes y es causada por una serie de factores que alteran el correcto funcionamiento de nuestras extremidades inferiores:
1. Neuropatía diabética
Cuando los niveles de glucosa han estado elevados por mucho tiempo, los nervios de nuestras piernas y pies (sobre todo en zona plantar) comienzan a disminuir su sensibilidad al calor, al frío y/o al dolor. Esta pérdida de sensibilidad es muy delicada ya que no podemos percibir las heridas que nos hacemos. Al no advertir estas heridas, que pueden ser cortes en la planta o ampollas, por ejemplo, las bacterias entran a nuestro cuerpo sin que las advirtamos, comenzando un proceso infeccioso que puede terminar en serias complicaciones para la persona afectada.
2. Enfermedad vascular periférica (mala circulación sanguínea)
Se produce cuando el flujo de sangre que corre por nuestras piernas y pies es deficiente, dificultando la cicatrización de las heridas y retardando su curación, en especial cuando se encuentran en un estado de infección avanzada. Cuando una persona tiene diabetes, colesterol alto, fuma y no camina, esta complicación se agrava.
3. Mala cicatrización
Cuando una diabetes está mal llevada, nuestro sistema de cicatrización comienza a funcionar defectuosamente y una herida pequeña, que debería curar en poco tiempo, puede tardar semanas en cicatrizar.
4. Lesiones en la piel
La presencia de callosidades, asperezas y ampollas, contribuyen a que se formen pequeñas grietas que pueden causar complicaciones a nuestros pies.
5. Alteraciones a la arquitectura del pie
Cuando en nuestros pies comienzan a aparecer juanetes o dedos mal alineados (donde unos quedan encima de otros), se pueden producir ciertas heridas que, de no ser revisadas, están expuestas a un proceso de infección que puede terminar en una complicación grave.
Si ves que algunos de estos 5 factores comienza a estar presente en tus pies, quiere decir que tienes un pie de alto riesgo y debes extremar las medidas de prevención y consultar cuanto antes a un médico.
Fuente: «Diabetes sin miedo, aprender para no temer». Dr. Leon E. Litvak.